Bienvenida

Hola, amig@.
Este es un blog dedicado a los caminos del ser humano hacia Dios. Soy cristiano, pero no pretendo dar una visión exclusivamente cristiana de estos temas.
Tampoco, y esto es muy importante, deseo que nadie tome lo que escribo como temas doctrinales. No imparto cátedra, líbreme Dios de algo que sólo está adjudicado a los sabios doctores con autoridad para impartir doctrina.
Lo mío es mi experiencia de vida y pensamiento, y lógicamente, puedo estar equivocado.
Dicho esto, y sin intención de cambiarle los esquemas a nadie, la pregunta que debes hacerte si quieres encontrar algo interesante en este blog es la siguiente:
"Si tengo y siento a Dios en mi vida, lo demás carece de importancia"
"Si no tengo o no experimento a Dios en mi vida, lo demás carece de importancia"
Si esta declaración va contigo, entonces, bienvenido seas.
Si no te dice nada, échale no obstante un vistazo; mal no creo que te haga, aunque sí puede que te haga rascarte la cabeza y plantearte cuestiones acaso "religiosamente incorrectas". Sobre todo ve a la entrada 19.- sitúate en el umbral
En cualquier caso, que la Paz esté contigo.
El título de blog "Todos los santos de Dios", afirma un convencimiento personal de que "todos los santos de Dios son todas aquellas personas de buena voluntad y sincero corazón, para los que Dios tiene sentido en su vida, aunque sean pecadores, aunque caigan una y otra vez, aunque incluso sean "ovejas perdidas de Dios", pero sienten algo dentro de sí que no saben lo que es, pero buscan el Camino de Regreso a Casa, con independencia de raza, nación y religión que pudieran profesar. Incluso aunque digan no creer. Si aman, y creen en la verdad, con todos sus defectos, forman la gran comunidad de Todos los Santos de Dios. Una Comunidad para los que Jesús de Nazareth vivió, murió y resucitó, aunque ni lo sepan, e incluso, ni lo crean.
Ya empezamos mal, desde el punto de vista doctrinal católico, pero no creo que esto a Dios le importe demasiado.

Si es la primera vez que entras, abre primero de todo la página "¿Quienes somos?, creo que te sorprenderás.
Luego consulta la página "Presentación del blog"
Y para navegar por las entradas de la página principal, vete mejos a la página "Índice", porque así encontrarás las entradas por orden de incorporación al blog.

Si, por otro lado, te interesa el pensamiento sistémico, te invito a que pases también a ver mi nuevo blog "HORIZONTE TEMPORAL", una visión sistémica del mundo para imaginar algo más allá de lo que pueden percibir nuestros sentidos.
Va de temas de aquí abajo, y de cómo plantearnos una forma holística de comprender los problemas que nos abruman en este mundo.

Correspondencia: alfonsoypaloma@gmail.com

sábado, 20 de noviembre de 2010

36.- El río donde confluyen todos los ríos.



Factor común

Encorsetar a Dios mismo entre los límites de una religión es forzar a que las demás no le reconozcan. Porque se le contamina de creencias y tradiciones. Esto favorece el politeísmo del ser humano Y en el extremo, las luchas de religión.

El día en que dos o más reunidos en Su nombre puedan celebrar la Eucaristía sin que ninguno de ellos tenga que ser sacerdote católico diplomado, y aún más si cabe, sin que alguno de ellos tenga que haber sido canónicamente bautizado según el rito católico, ese día, Jesús será Patrimonio de toda la Humanidad.

Aunque no parece que de momento, y en los próximos mil años, esto pueda ser posible. A los hombres nos queda mucho camino por recorrer y mucho que aprender, para que el concepto religioso se libere de sí mismo para poder reconocer a un solo Dios y a Jesús de Nazareth como Dios encarnado a nivel planetario, al menos.

Aceptamos los cristianos que Jesús de Nazareth vino a fundar una religión nueva, pero en realidad, los líderes religiosos que fundaron la primera piedra del Cristianismo fueron San Pedro y San Pablo.

El gran error cometido por los cristianos es haber recluido, encorsetado, encadenado la figura de Jesús de Nazareth en los estrechos límites de “líder religioso fundador de un movimiento religioso”, por muy importante y extendido que sea. En este caso, Jesús de Nazareth no tiene por qué ser considerado más que Mahoma, Buda o Confucio por las demás religiones.

Ha sido un tremendo error por parte de los cristianos humanizar a Jesús hasta el extremo de convertirlo en su líder espiritual. Pero a la vez divinizarlo hasta el extremo de convertirlo en un objeto de culto.

Si Jesús es Dios encarnado tiene que estar por encima del fenómeno religioso, que no es otra cosa que un artefacto humano para establecer relaciones con Dios, organizando la vida y costumbres de la gente según creencias y tradiciones. 


Es decir, las religiones (incluida la católica) organizan los sistemas de creencias, y por eso unas de otras son diferentes. Pero el factor común universal es la Fe en Dios, (expresada como mensaje de salvación por Jesús de Nazareth si la Iglesia Católica permitiera liberarle de los derechos de autor).

Esta argumentación es tan brutal, que necesariamente es inadmisible para todo católico y para cualquier representante de la casta sacerdotal. 


Pero es a la conclusión a la que llego después de haber meditado mucho, durante cuarenta años sobre la fe que heredé de mis padres.

La regla de oro

Todas las religiones importantes en la Tierra coinciden en una serie de elementos que giran en torno a lo que habitualmente se denomina “Regla de oro”, que se resume en “ama a tu prójimo como a ti mismo”. Así lo sentencia Jesús de Nazareth. Pero todas las religiones coinciden en este principio:

Budismo: “No hagas daño a los demás con lo que te hace sufrir. Lleno de amor por todas las cosas del mundo, practicante de la virtud para beneficiar a los demás, así es el hombre feliz. No juzgues a tu prójimo”.

Cristianismo: “No juzgues y no serás juzgado. Trata siempre a los demás como te gustaría que te tratasen a ti: esa es la ley y la palabra de los profetas. El umbral que da a la vida es pequeño y estrecho.”

Hinduismo: “Esta es la suma de toda la rectitud: trata a los demás como te gustaría que te trataran a ti. No le hagas a tu prójimo algo que no te gustaría que el te hiciera a ti. El ser humano consigue una auténtica norma de conducta si ve a su prójimo como si fuera el mismo.”

Islam: “Hazles a todos los seres humanos lo que te gustaría que te hicieran a ti; rechaza para los demás lo que rechazarías para ti”.

Judaísmo: “Lo que a ti te hace daño no se lo hagas al prójimo. Esa es la base de la Torá y lo demás no son más que observaciones. No juzgues a tu prójimo hasta que te encuentres en su lugar.

Fuera de este texto, aunque también viene a cuento, en la Wicca se dice: "Haz lo que quieras, a nadie dañes". Es la misma idea, más o menos, que las anteriores.

En un libro que leí de Brian Weiss, “Los mensajes de los sabios”, el autor menciona en el epílogo, los principios de común identidad de todas las grandes religiones, que a su vez son recogidos por Jeffrey Moses en su libro “Oneness, greats principles shared by all religions”.

Voy a transcribirlos, porque creo, no tienen desperdicio:

Grandes principios compartidos

Responsabilidad por las propias acciones.


Budismo: Es norma de la naturaleza que lo que siembras es lo que cosechas.

Cristianismo: Lo que siembre un hombre es también lo que cosechará.

Hinduismo: No puedes recoger lo que no has sembrado. Si se planta el árbol, crecerá.

Judaísmo:
el hombre generoso se enriquecerá, y el que riega también será regado.

El perdón

Budismo: El rencor nunca acaba con el odio. Sólo el amor termina con él. Ésta es una ley eterna.

Cristianismo: Si perdonas a los demás los males que te han hecho, tu Padre celestial también te perdonará a ti; pero si no perdonas a los demás, los males que hayas hecho tú, no te los perdonará el Padre.
No has de perdonar hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete…

Hinduismo: Las personas nobles se dedican a fomentar el amor y la felicidad a los demás, incluso a los que les hacen daño.

Islam: Perdona a tu sirviente setenta veces al día.

Judaísmo: lo más hermoso que puede hacer el hombre es perdonar el mal que le han hecho.

La paz y el amor.

Budismo:
cosecha lo que has sembrado. Esa es la ley. En su corazón está el amor, en su final la paz.

Conquista a tu enemigo a la fuerza y aumentarás su furia. Conquístale con amor y no cosecharás pesar. Considero todo un brahmán a aquel que dice la verdad, es instructivo, habla sin crudeza, y así no ofende a nadie.

Cuando la rectitud se practica para ganar la paz, el que camine así conseguirá la victoria y destruirá completamente todas las cadenas.
No hagas daño a nadie ni de palabra ni de obra. Sé constante en las buenas acciones.

Cristianismo: No te enfrentes al hombre que te hace daño. Si alguien te golpea en la mejilla derecha, ofrécele también la izquierda. Si un hombre quiere demandarte para quedarse tu camisa, dale también tu abrigo. Bienaventurados los conciliadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. La Paz de Dios, que está más allá de toda comprensión, alimentará tu corazón y tu mente.

Amad a vuestros enemigos, bendecid a quienes os maldicen, haced el bien a los que os odian y orad por vuestros perseguidores; sólo así podréis ser hijos del Padre Celestial, que hace que el Sol salga igual para justos e injustos, y manda la lluvia a todos, honestos y deshonestos. Si quieres sólo a quienes te quieren, ¿qué recompensa podrás esperar?

Ama a Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda el alma, con toda la mente. Este es el primer mandamiento. El segundo es este, ama a tu prójimo como a ti mismo. Todo lo relacionado con la Ley y los profetas se encierra en estos dos principios.

Un mandamiento sólo os doy, que os améis los unos a los otros como yo os he amado.

Hinduismo: La mente es inquieta y cuesta dominarla, pero puede conseguirse con práctica y ausencia de deseo. Cuando la mente inconsciente se va hacia un objeto, hay que someterla, hacerla volver y colocarla sobre el espíritu. La dicha suprema llegará al sabio cuya mente alcance la paz.

Con amabilidad se conquista la rabia, con la bondad, la malicia. Con la generosidad se vence toda maldad, con la verdad se derrotan las mentiras y los engaños.

Islam: Recompensa el mal, conquistándolo con el bien ¿Tengo que decirte qué actos son mejores que el ayuno, la caridad y la oración?

Hacer la paz entre enemigos es uno de esos actos, ya que la enemistad y la malicia destruyen las recompensas celestiales desde la raíz.

Judaísmo:
Cuán hermosos son en la montaña los pies de aquel que trae buenas nuevas, que comunica la paz. Pero yo os digo: los actos de amor valen tanto como los mandamientos de la Ley. No aprender, sino hacer es lo más importante. El Amor es el principio y el fin de la Torá.

Ama a tu prójimo como a ti mismo.

Valores espirituales.

Budismo: Como una hermosa flor pero sin aroma, así son las palabras bonitas pero inútiles de quien no actúa de acuerdo con lo que dice.

El verdadero tesoro es el que reúne un hombre o una mujer gracias a la caridad y a la piedad, a la abstinencia y al control de uno mismo. Este tesoro escondido está a salvo y no desaparece.

Cristianismo:
Por consiguiente debéis practicar siempre la bondad, del mismo modo que vuestro Padre celestial es todo bondad. No acumuléis tesoros en la Tierra para vosotros, reunid un tesoro en el Cielo.

No podéis servir a dos señores. ¿En qué se beneficia un hombre si gana todo el mundo pero pierde su alma?

No puede vivir el hombre solo de pan, sino de toda palabra que brota de Dios.

Nadie puede sacar un codo a su estatura a fuerza de discursos. Dedicaos al Reino de Dios y a su justicia, antes que a cualquier otra cosa.

Si quieres alcanzar la Vida eterna, cumple los mandamientos. No matarás, no cometerás adulterio… Pero solo te falta una cosa más, vende todo lo que tienes, dáselo a los pobres y sígueme. Tendrás entonces tu tesoro en el Cielo.

Hinduismo:
Busca la verdad ayudando a los demás, buscando con afan, preguntando y practicando la humildad. No hay nada en este mundo que purifique tanto como el saber espiritual. ¡Di la verdad! Cumple con tu deber. No te apartes de la verdad.

El que actúa con rectitud es sabio. El hombre no solo vive del pan material. No hagas daño a los demás. No hiera ni por pensamiento ni por obra. No pronuncies palabra alguna para ofender a tus semejantes. El que renuncia a la ira llega a Dios.

Islam: ¿Sabéis quien es el que rechaza la fe? Es aquel que desatiende al huérfano y nunca defiende que hay que darle comer al hambriento. Así pues, pobre del que observa las oraciones del salat y hace caso omiso de su salat. Sólo se dedica a presumir y detesta la caridad. Debéis practicar la caridad porque Alá ama a los hombres generosos.

No debéis quitaros el dinero de forma deshonesta. No confundáis la verdad con la falsedad ni la ocultéis a sabiendas. Alá es omnisciente.

El ser humano está totalmente perdido si no cree en la vida recta y no la practica y si no anima a los demás a defender la verdad y ser firmes.

Un hombre le preguntó a Mahoma cómo puede saberse si alguien tiene fe verdadera, y la respuesta fue esta. “Si obtienes placer del bien que haces y te hace sufrir el mal que cometes, eres un verdadero creyente”.

Busca el conocimiento desde que naces hasta la muerte.

Judaísmo:
Amarás a Dios sobre todas las cosas, No tomarás el nombre de Dios en vano. Respeta a tus padres, Santifica el Sabath, No matarás, No cometerás adulterio, No robarás, No calumniarás, No serás codicioso.

¿Quién subirá a la montaña del Señor? ¿Quién llegará a su lugar sagrado? Aquel que tenga las manos limpias y el corazón puro, que no se haya dedicado a la falsedad y que no haya jurado en falso.

Di la verdad a tu prójimo; ejecuta el juicio de la verdad y la paz en tu puerta. Bienaventurado aquel que piensa en los pobres, porque Dios se ocupará de él en tiempos difíciles.

No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que brota de la boca de Dios.

La inmortalidad

Budismo: El yo es el Señor de yo. Cuando un hombre domina bien su yo, encuentra a un Señor muy difícil de encontrar, al saber que su cuerpo es como la espuma, al saber que su naturaleza es como un espejismo, el discípulo quedará incólume ante la muerte. Aquel en que haya surgido el ansia de lo inefable, cuya mente haya sido penetrada por el deseo, cuyas ideas no se distraigan con deseos inferiores, aque subirá corriente arriba.

Cristianismo:
El que los muertos vuelven a vivir lo demuestra el propio Moisés en la historia del arbusto en llamas, cuando llama al Señor “el Dios de Abraham, Isaac y Jacob”. Dios no es Dios de los muertos, sino de los vivos. Para Él todos estamos vivos.

El que cree en mí no morirá para siempre.

Hinduismo: El entendimiento que atraviesa el alma y se fija tanto en lo conocido como en lo desconocido es (…) sabiduría. Siempre que se produce algo se debe a la unión del cuerpo y del alma. Los ilusos no ven el espíritu cuando sale del cuerpo o se queda en él.
En las profundidades interiores mora otra vida que no es como la de los sentidos, que está más allá de la vista, que no cambia. Y perdura cuando todas las criaturas han fallecido.
El alma individual no otra cosa, en esencia, que el alma universal.

Islam: La riqueza no viene de la abundancia de bienes terrenales, sino de una mente satisfecha. Todo el bien que hagas a los demás se adelanta a tu alma y te estará esperando con Dios que lo ve todo.

Judaísmo: El Señor es mi pastor, nada me falta. En verdes praderas me hace recostar y repara mis fuerzas. Aunque ande por cañadas oscuras, nada temeré porque Tú estás conmigo. Tu bondad y piedad me acompañan todos los días de mi vida. Habitaré en la Casa del Señor por años sin término.

El Dios Universal

Budismo: Si crees que la ley es ajena a ti, lo que adoptas no es la Ley absoluta sino una enseñanza inferior.
El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es el Amor.

Cristianismo:
Dios es el Amor, y quien vive en el Amor, vive en Dios, y Dios vive en él. ¿No sabéis que sois templos del Espíritu Santo, y que Él habita en vosotros?.

El Reino de Dios está en tu corazón. Hay un Dios Padre de todos que está por encima de todas las cosas y está en todos vosotros.

Hinduismo:
Del mismo modo que un único Sol ilumina todo el mundo, hay un Espíritu que ilumina todos los cuerpos. En aquellos a los que el conocimiento del verdadero yo ha disipado la ignorancia, se revela al Supremo, como si iluminara el Sol.

El es el único Dios, oculto en todos los seres, omnipresente. El Yo que hay en todos los seres, que cuida de todos los mundos, que habita en todo lo que vemos. Es el testigo, el observador. Dios se oculta en todos los corazones.

Islam:
El hombre ha sido hecho a imagen y semejanza de Dios. Todas las criaturas son familia de Dios, y al que Dios quiere más es aquel que hace más bien a la familia del Señor.

Judaísmo: Escucha ¡oh Israel!. El Señor es nuestro dios, el Señor es único. Amarás al Señor con todo tu corazón, con todas tus fuerzas, con toda el alma.

Ama a Señor, tu Dios. Sírvele con todo tu corazón y con toda el alma, y dará la lluvia de tu tierra en su estación. Dará hierba a tus campos, a tu ganado. Y comerás y quedarás satisfecho.

Y enseñarás estas palabras a tus hijos. Las dirás cuando estés en casa, cuando camines, cuando estés tumbado, cuando te levantes. Así se multiplicarán tus días.

¿Acaso no tenemos todos un Padre? ¿No nos ha creado un único Dios? Dios ha creado al hombre a su imagen y semejanza.

Y etc., etc.

Conclusión


Si después de este ramillete de principios compartidos alguien no se convence de que en el fondo, los principios de las grandes religiones que en el mundo han sido no se basan en el mismo factor común, es que está tan fanatizado por su correspondiente casta sacerdotal, que está completamente ciego por el integrismo religioso.

En conclusión, el fundamento de todas las religiones es esencialmente el mismo, luego de iure y de facto, sólo existe un principio religioso universal, una Fe Universal sustanciada en las tres virtudes teologales Fe en Dios, Esperanza en la vida eterna y la Ley Universal del Amor. Lo demás supone el cómo estos tres principios han sido expuestos, contados y transmitidos a lo largo de los siglos en los diferentes pueblos que han colonizado el Planeta.

Nuestra fe católica, en esencia no difiere en nada de las demás, salvo en que creemos en Jesús de Nazareth como Dios encarnado. Y luego todo lo demás que se ha añadido a esa fe, que son las creencias, liturgias y tradiciones, que han convertido a la fe católica en una más de las religiones del mundo. No creo que esa fuera la intención de Jesús, pero ha sido el resultado de la gestión que los hombres han hecho de su mensaje. Acaso no hemos sabido o podido hacerlo de otra forma.

Si el mandamiento único que nos doy Jesús fue difundir el amor, y amarnos los unos a los otros como Él nos amó... 

¿Alguien me puede explicar lo que ha pasado después?

Virtudes


Si la Fe se basa en los tres grandes principios teologales, el modo de ejercerlo en la práctica se basa en lo que se denominan “virtudes cardinales”, de las cuales dos son duras y las otras dos son blandas.

Las virtudes cardinales duras, son la Justicia y la Fortaleza, las virtudes blandas son la prudencia y la templanza. Las primeras son como el acelerador del alma, las que te impulsan hacia delante. Las segundas son como el freno, que atenúa el impulso, para que, conociendo nuestra naturaleza humana, no nos pasemos siete pueblos en determinadas iniciativas…

La Justicia está en la base de la ética, cuyos pilares son “hacer el bien”, “no hacer el mal”, la “equidad” y el principio de autonomía para los demás.

La Fortaleza nos de al valor para no ceder ante la tentación de rendirnos en la práctica de la virtud.

La Prudencia nos capacita para actuar de forma medida y con cautela, sin excedernos en excesos ni arriesgarnos en empresas imposibles.

La Templanza supone el control de las pasiones y de las apetencias.

Todos estos principios están ampliamente contemplados en todas las religiones, y suponen el camino para llegar a Dios en esta vida. Se llamarán de una forma o de otra, se expondrán con unos ejemplos o con otros. Los exégetas y hermenéutas se enredarán en interpretaciones calenturientas para hacer ver que sus virtudes son las verdaderas y la de las otras religiones falsas, pero da igual. Es lo mismo. Todas dicen en esencia lo mismo.

Y todas practican de una forma o de otra la penitencia, el sacrificio, y la oración.

Ya está. Da igual la religión que escojas. En el supermercado espiritual todos los productos religiosos en esencia ofrecen los mismos principios activos, aunque, como los medicamentos, se denominan de forma diferente, según el laboratorio que los fabrica, según la religión que los sustentan. Todo consiste en ver la composición, la fórmula, y veremos que todos los analgésicos contienen Paracetamol, aunque se llamen Gelocatil, Algidol, Termalgin, etc… Todos son lo mismo y curan igual.

¿Dónde está la diferencia? Para mí está en el medio cultural en el que se desarrollan las religiones. Yo he nacido en un ambiente católico, mi comunidad es católica, no tiene sentido que me haga budista o musulmán porque me convenzan más que la religión católica. Me sentiría ectópico, y además, tal y como están las cosas, tampoco iba a ganar demasiado. Si hubiera nacido en la India, me imagino que ahora sería un buen budista o hinduista, o si en un país árabe, sería un buen musulmán. O sea que soy católico de pura casualidad.

Jesús de Nazareth

Pero alguien me diría que dónde queda mi fe en Jesús de Nazareth. Y le diría que es lo único que está por encima de todas las cosas. Para mí Jesús es Dios manifestándose en su persona, como probablemente lo ha hecho antes y después, y está por encima de todas las religiones, incluida la católica. Digo la católica, porque los hombres hemos hecho añicos el cristianismo, dejando como resultado las decenas de jirones que constituyen las diferentes ramas y sectas cristianas.

Pero, en fin, esto tampoco tiene importancia. Es lo que tenemos los hombres, que somos cerdos a los que no se nos pueden echar ninguna perla preciosa, porque nos revolvemos y la hacemos añicos.

Lo importante de toda esta historia es que Jesús es el Eterno y Universal. Y su enseñanza está ahí para el que quiera seguirla.
Y dos cosas muy importantes.

La primera, el juicio de Dios será sobre el Amor, creas lo que creas, profeses la religión que profeses. Con sus palabras queda claro que lo importante no es la liturgia, sino el amor que hayas derramado a tus semejantes.

31 «Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria. 32 Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa  las ovejas de los cabritos. 33 Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. 34 Entonces dirá el Rey a los de su derecha: “Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. 35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; 36 estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme.” 37 Entonces los justos le responderán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te  dimos de beber? 38 ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos? 39 ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?” 40 Y el Rey les dirá: “En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis.” 41 Entonces dirá también a los de su izquierda: “Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles. 42 Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; 43 era forastero, y no me acogisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis.” 44 Entonces dirán también éstos: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento o forastero o desnudo o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?” 45    Y él entonces les responderá: “En verdad os digo que cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo.” 46 E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna.»
Mateo 25, 36-46


La segunda es si cabe aún más importante. Sus discípulos se enfadan porque uno estaba expulsando demonios en nombre de Jesús, pero no era de su grupo de seguidores y discípulos. Jesús le responde que le dejen, hace bien, está con Él, aunque no esté integrado en el grupo de cercanos.

38 Juan le dijo: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y no viene con nosotros y tratamos de impedírselo porque no venía con nosotros.» 39 Pero Jesús dijo: «No se lo impidáis, pues no hay nadie que obre un milagro invocando mi nombre y que luego sea  capaz de hablar mal de mí. 40 Pues el que no está contra nosotros, está por nosotros.»
Marcos 9, 38-40


Estos dos pasajes lo que quieren decir, al menos para mí y mi conciencia es que para Jesús lo importante no es pertenecer a una determinada confesión religiosa, sino cumplir la Ley de Dios que no es otra que derramar Amor a los demás, seas quien seas, estés “autorizado” o no por los líderes religiosos, bautizado o no. Da igual. 


¿Amas, aunque no estés bautizado? Perteneces a la Comunidad de Jesús. 

¿No amas, aunque estés bautizado? No perteneces a la Comunidad de Jesús.

Y la Comunidad de Jesús es la comunidad de "Todos los Santos de Dios".

Si yo no viviera esta realidad, jamás se me hubiera ocurrido abrir este blog, porque para decir lo que ya dicen los que tienen estudios, mejor que lo sigan diciendo ellos, que bastante me arriesgo con expresarme de este modo.




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