Supongo que es por el deseo de compartir con gente anónima lo que llevo dentro.
A mí me ha ocurrido una cosa desde hace muchos años. He sentido la necesidad de expresar a otros ideas, formas de ver la vida, etc. Y sí, las he podido compartir, pero, siempre he notado que existe una especie de barrera de silencio. Algo así como que cada cual va a sus asuntos, y aunque podamos coincidir en celebraciones, en reuniones, al final y a lo sumo, lo que puedes compartir son aspectos parciales de tu vida exterior, la que ven los demás desde tu condición de ciudadano que hace cosas que otros ven.
Pero cuando lo que tratas de compartir es tu vida interior, aquella que sólo tu almohada es capaz de comprender, la cosa se pone bastante chunga. Muy pocos alcanzan a comprender lo que supone expresar el paisaje interior.
Si alguno de los que pueda leer esto hace senderismo, o mejor, ha recorrido el Camino de Santiago, podrá comprender lo que quiero decir. ¿Cómo le explicas a otro, la multitud de colores y matices de un paisaje castellano o gallego al amanecer, media hora después de haber salido del albergue? ¿Cómo le explicas qué se siente al roce de la brisa de la mañana en el rostro? Si el otro no ha experimentado algo similar, ¿Cómo lo puede comprender?
Es casi imposible.
Pues esto es lo que me motiva a crear este blog. Desde el anonimato que proporciona la web, puede que alguien, en algún lugar, por pura casualidad se choque con este blog, y al leer estas cosas diga... "yo también he estado allí", "yo también he experimentado el suave roce de la brisa de la mañana en mi rostro". Sé de qué me hablas. O también, sin haberlo experimentado, picar la curiosidad de qué se siente.
Ha habido seres humanos que han conectado con la Verdad, pero pasan desapercibidos:
“Al místico se le oye como se perciben ciertos gritos de pájaros, sólo en el silencio de la noche; por eso, con suma frecuencia un místico no adquiere importancia en medio del bullicio de su ambiente, sino mucho tiempo después, en el silencio de la Historia, para las almas afines a la suya, y que le escuchan.”
Kierkegaard, Diario íntimo.
Esta es una bella frase de Soren Kierkegaard, filósofo danés, que expresa perfectamente lo que trato de decir. Acostumbrados como estamos a pasarnos información, resulta extremadamente complicado mostrar a los demás las sendas por las que transcurre nuestra vida. La poesía podría ser una buena aproximación a lo que estoy diciendo, pues creo que sólo desde un espíritu que sepa expresarse a través de un verso, una estrofa, un poema, se entiende lo que es el interior del alma.
Y ahora va el núcleo de la motivación, lo que deseo compartir:
Yo soy cristiano, pero a los efectos prácticos que me ocupa, digamos que esta declaración no tiene por qué estar en primera fila de mis argumentos, en el sentido de que no exijo del que me pueda leer que asuma los dogmas católicos o luteranos u ortodoxos. Simplemente, el hecho de proclamarme cristiano es porque para mí, Jesús de Nazareth es mi Maestro. Digo esto porque a él y a otros autores cristianos les voy a citar con bastante frecuencia, aunque no serán los únicos. No es mi intención hacer proselitismo de mi fe, pero sí que se comprenda lo que dice la madre Teresa de Calcuta, frase que hago totalmente mía.
Amo a todas las religiones, pero estoy enamorada de la mía.
A continuación diré que me siento un "cristiano de frontera", es decir, con un pie en el cristianismo y otro en el resto de los seres humanos que no profesan mi fe, por una razón muy sencilla, que se refleja en el subtítulo del blog...
Porque tuve hambre y me disteis de comer...
Esta frase proclamada por Jesús de Nazareth al hablar del juicio de Dios, expresa claramente que seremos juzgados por el amor. Da igual en qué hayas creído, qué religión concreta hayas profesado, qué ritos hayas practicado, cuántas veces hayas acudido a las celebraciones, o si no has cumplido nada de eso. Si te has inflado a misas y rosarios, pero no has amado de la forma que Él nos pide "dar tu vida entera por amor a los demás", me temo que lo tienes chungo. Si en cambio no has sido demasiado piadoso, pero has compartido todos tus bienes con los que te necesitan, creo que te tienes ganado el Paraíso.
Es así de sencillo.
Aquellos que al final de la vida sepan o sepamos reconocer que, con independencia de cómo llevemos la contabilidad religiosa en ritos y liturgias, tengamos el alma en paz porque cuando nos cruzamos con aquel que nos necesitaba, supimos darle nuestro manto y nuestro cayado, nuestro pan y nuestra cantimplora, podremos sentirnos dentro de la comunidad de "Todos los Santos de Dios". Si no es así, yo que tú, me preocuparía, forastero.
En el fondo este blog trata de ser una especie de compromiso conmigo mismo y con mis semejantes, pues en él, pretendo volcar experiencias y reflexiones que me ayuden y a aquellos que deseen seguirlo, os ayude, a encontrar motivos para la esperanza.
No todo lo que deposite aquí, será de color de rosa. Muchas de las experiencias y reflexiones, serán necesariamente duras, porque este mundo es extremadamente duro, pero hemos de saber descubrir a nuestro Padre Celestial, en medio del sufrimiento de tanta gente. Es aquello que alguien preguntó. ¿Dónde estaba Dios en los campos de concentración nazis? La respuesta es bien simple, en el corazón de todos aquellos que fueron sacrificados; allí estaba Él.
¿Dónde está Dios en Kamathipura, el barrio prostíbulo de Bombay, más descomunal de todo el Planeta? En el alma de los intocables, de los desheredados de la Tierra
No se entiende, ¿verdad?
Pues mira que lo siento, porque es la primera lección que tenemos que aprender. No es que Dios no esté en nuestras cómodas ciudades del Primer mundo, o en nuestros templos. Está, pero según y cómo. Todo depende de cómo estén nuestros templos interiores, nuestro corazón
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