90.- Jesús y los dueños del mundo

Os propongo leer estos pasajes del Evangelio de San Mateo lentamente, sin prisas.

Primer pasaje:

37 «¡¡Jerusalén!!, la que mata a los profetas y apedrea a los que le son enviados! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina reúne a sus pollos bajo las alas, y no habéis querido! 38 Pues bien, se os va a dejar desierta vuestra casa. 39 Porque os digo que ya no me volveréis a ver hasta que digáis: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!» 

Mt 24, 37

 

Segundo pasaje:

15 Llegan a Jerusalén; y entrando en el Templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y a los que compraban en el Templo; volcó las mesas de los cambistas y los puestos de los vendedores de palomas 16 y no permitía que nadie transportase cosas por el Templo. 17 Y les enseñaba, diciéndoles: «¿No está escrito: = Mi Casa será llamada Casa de oración para todas las gentes? = ¡Pero vosotros la tenéis hecha una = cueva de bandidos! =» 18 Se enteraron de esto los sumos sacerdotes y los escribas y buscaban cómo podrían matarle; porque le tenían miedo, pues toda la gente estaba asombrada de su doctrina.

Tercer pasaje:

13 «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el Reino de los Cielos! Vosotros ciertamente no entráis; y a los que están entrando no les dejáis entrar. 15 «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y, cuando llega a serlo, le hacéis hijo de condenación el doble que vosotros!
16 «¡Ay de vosotros, guías ciegos, que decís: “Si uno jura por el Santuario, eso no es nada; mas si jura por el oro del Santuario, queda obligado!”
17 ¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es más importante, el oro, o el Santuario que hace sagrado el oro?
18 Y también: “Si uno jura por el altar, eso no es nada; mas si jura por la ofrenda que está sobre él, queda obligado.”
19 ¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda, o el altar que hace sagrada la ofrenda?
20 Quien jura, pues, por el altar, jura por él y por todo lo que está sobre él.
21 Quien jura por el Santuario, jura por él y por Aquel que lo habita.
22 Y quien jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por Aquel que está sentado en él.
23 «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del aneto y del comino, y descuidáis lo más importante de la Ley: la justicia, la misericordia y la fe! Esto es lo que había que practicar, aunque sin descuidar aquello.
24 ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito y os tragáis el camello!
25 «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que purificáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro están llenos de rapiña e intemperancia!
26 ¡Fariseo ciego, purifica primero por dentro la copa, para que también por fuera quede pura!
27 «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, pues sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen bonitos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia!
28 Así también vosotros, por fuera aparecéis justos ante los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad.
29 «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, porque edificáis los sepulcros de los profetas y adornáis los monumentos de los justos, 30 y decís: “Si nosotros hubiéramos vivido en el tiempo de nuestros padres, no habríamos tenido parte con ellos en la sangre de los profetas!” 31 Con lo cual atestiguáis contra vosotros mismos que sois hijos de los que mataron a los profetas.
32 ¡Colmad también vosotros la medida de vuestros padres! 33 «¡Serpientes, raza de víboras! ¿Cómo vais a escapar a la condenación de la gehenna?
34 Por eso, he aquí que yo envío a vosotros profetas, sabios y escribas: a unos los mataréis y los crucificaréis, a otros los azotaréis en vuestras sinagogas y los perseguiréis de ciudad en ciudad, 35 para que caiga sobre vosotros toda la sangre inocente derramada sobre la tierra, desde la sangre del inocente Abel hasta la sangre de Zacarías, hijo de Baraquías, a quien matasteis entre el Santuario y el altar.
36 Yo os aseguro: todo esto recaerá sobre esta generación.
Mateo 24, 13-36

El que tenga oídos que oiga

Esta es una entrada que realmente me preocupa cómo escribirla, porque lo exprese como lo exprese, los mismos a los que Jesús se enfrentó en aquel tiempo, son los que hoy  tienen por fuerza que sentirse aludidos.

Que se sientan aludidos los herederos actuales de los cambistas del templo, pues es lo suyo, porque siguen siendo los mismos, la misma calaña que entonces yugulaba a las gentes manteniéndolas en la pobreza lo siguen haciendo hoy. Pero que se sientan aludidos los herederos actuales (que haberlos “hailos”) de aquellos escribas y fariseos, “pérfidos judíos” como les calificaba la Iglesia católica antes del Concilio Vaticano II, ¿siguen siendo nos actuales escribas y fariseos (judíos, por supuesto) que no admiten a Jesús como mesías? ¿O son otros?

Sin comentarios.


Las cuatro etapas de la vida pública

Ignacio Larrañaga, en su libro “El Pobre de Nazareth”, reconoce que es prácticamente imposible determinar una cronología exacta de los hechos de la vida pública de Jesús a tenor de lo que se expone en los evangelios (al menos en los canónicos). No obstante, se puede hacer un esfuerzo de una aproximación histórica de los hechos, que él, en este libro, distribuye en cuatro grandes fases.

La primera etapa, podríamos situar la actividad de Jesús en solitario, sin discípulos seleccionados, recorriendo los pueblos de Galilea. Sería la época feliz del Sermón de la Montaña.

La segunda etapa comprendería la reunión de sus primeros discípulos, y lo que Larrañaga denomina de primera crisis, en la que por una parte, se ve obligado a explicar de una forma más fácil de entender lo expuesto en el Sermón de la Montaña, a base de parábolas, para que las gentes sencillas le puedan entender algo, y a comenzar a obrar los primeros milagros, a tenor de que se daba cuenta de que la gente necesitaba pruebas evidentes de su condición de profeta. Con este nuevo enfoque, Jesús se daba cuenta de que la gente le seguía más por los milagros que por sus enseñanzas, al tiempo que las autoridades religiosas empezaban a ponerse nerviosas por la actividad de “el hijo del carpintero”.

La tercera etapa la denomina Larrañaga, como la de formación especial de sus discípulos, ya elegidos como futuros apóstoles. A ellos les anuncia su pasión, una vez que se dio perfecta cuenta de que la aventura iniciada iba  a terminar de modo catastrófico, pues era plenamente consciente de que su mensaje era demasiado peligroso para la estabilidad del propio estado judío, y del status quo establecido.

La cuarta etapa es en sí mismo, el desastre final, con su subida a Jerusalem, para celebrar la pascua, el acontecimiento de la resurrección de Lázaro, y su entrada en olor de multitud en Jerusalem ante un gentío que le quería proclamar como liberador de Israel. Y tras esta entrada, los acontecimientos finales en la semana previa a la pasión, con la expulsión de los mercaderes del templo incluida, y la decisión final del Sanedrín de arrestar a Jesús y simplemente, deshacerse de Él, como “solución final” a la crisis generada por su presencia en el país.

Los dueños del mundo

Jesús no tuvo más remedio que enfrentarse a los dos dueños del mundo. En aquel entonces eran dos castas sociales, los cambistas (o dueños del dinero) y las autoridades religiosas, (o los dueños de Dios) que además eran políticas, para los que la actividad de Jesús, les estaba hundiendo “el negocio”.

Roma también veía de soslayo a Jesús con preocupación. Juan José Tamayo apunta que para el Imperio Jesús suponía también una seria amenaza. Os invito a leer, si queréis su texto, "El Imperio contra Jesús de Nazareth".

 webs.ono.com/pag9/teodoro/imperio.pdf

Eso, a parte de que lo que la gente esperaba como mesías, era un héroe militar que echase a patadas a los romanos, para restablecer el reino de Israel.

Así que entre unas cosas y otras, Jesús era perfectamente consciente de que no quedaba otra. El Reino de los Cielos es totalmente incompatible con el reino de este mundo, incluido el reino de lo religioso (tal y como está estructurado por las castas religiosas), y no digamos el económico.

No quiero hacer más comentarios sobre esto, porque todo lo que diga, sobre todo respecto de la casta de las autoridades religiosas, puede ser usada para crucificarme a mí también.

Pero a buen entendedor, pocas palabras bastan.

Los cambistas

Sólo os quiero dejar con un texto seleccionado de un libro absolutamente increíble, para que nos demos cuentas de que, bajo todos los puntos de vistas, las circunstancias que llevaron a Jesús a la cruz, siguen vigentes hoy.
Voy a poner unos fragmentos de un libro editado en 2006, denominado “the money changers“ (los cambistas) por Andrew Hichcock y que versa sobre la cronología de los Rothschild, el lobby más poderoso del mundo, herederos legítimos de los “mercaderes del templo” que echó a latigazos el Buen Jesús, y que en connivencia con los otros “reyes del mambo”, decidieron quitarse de en medio a este incómodo personaje.

El libro no está traducido al español, pero mi hermano Manolo, que es bilingüe, lo ha traducido, y estos son los fragmentos seleccionados, que no tienen desperdicio.
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Los economistas intentan continuamente vender al público la noción de que las recesiones o depresiones son parte natural de lo que llaman el “ciclo económico”. Este
relato cronológico demostrará simplemente que eso no es así. Las recesiones y depresiones ocurren porque los bancos centrales manipulan la masa m0netaria para
conseguir que más y más dinero llegue a sus manos y menos y menos a las manos del
pueblo.
Los banqueros centrales son una evolución de los cambistas y con estos con los que
empieza el relato histórico en el año 48 AC.

48A.C.
Julio Cesar quitó a los cambistas el poder de acuñar dinero y otorgó esa capacidad al gobierno por el beneficio de todos. Con esa renovada y amplia masa monetaria, Julio Cesar abordó nuevos y masivos proyectos de construcción y grandes obras públicas. Aumentando la disponibilidad de la masa monetaria en circulación, Julio Cesar se ganó el afecto del pueblo.
Pero ello también le ganó el odio de los cambistas y esa fue la razón por la que fue asesinado. Inmediatamente después de su asesinato, cesó la disponibilidad de dinero, aumentaron los impuestos y también la corrupción.
Eventualmente, la disponibilidad de dinero romano decreció un 90% lo que provocó que mucha gente perdiera sus casas y sus tierras.

30D.C
En su último año de vida, Jesucristo empleó la fuerza física para arrojar a los cambistas del templo. Esta fue la única vez en su vida en que él utilizó la fuerza física contra alguien.
Cuando los judíos llegaban a Jerusalén a pagar sus impuestos al templo, ellos solo podían pagar con una moneda: el medio shekel. Esta era una moneda de plata pura del tamaño aproximado de una moneda de 25 centavos USA. Era la única moneda de la época que era de plata pura y de un peso garantizado y sin la efigie de un emperador pagano por lo que para los judíos constituía la única moneda aceptable para Dios.
Lamentablemente, esas monedas no abundaban y los cambistas supeditaron el mercado a su disponibilidad lo que les permitió aumentar su precio hasta los niveles que el mercado pudiese tolerar. Ellos se aprovecharon del monopolio que tenían sobre estas monedas para hacer beneficios desorbitados, forzando a los judíos a pagar todo lo que los cambistas les pidiesen.
Jesucristo arrojó a los cambistas del Templo porque su monopolio sobre esa moneda violaba completamente la santidad de la casa de Dios. Días después, los cambistas decidieron acabar con la vida de Jesús.
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Año 1024
Los cambistas tenían el control de la masa monetaria en la Inglaterra Medieval; en aquella época, eran generalmente conocidos como los orfebres porque manipulaban el oro. Comenzó a circular el papel moneda lo que era simplemente el recibo que uno obtenía cuando depositaba oro en la caja fuerte de un orfebre. Este papel moneda empezó a popularizarse puesto que era más conveniente que acarrear pesadas monedas de oro y plata.
Con el tiempo, y para simplificar el proceso, los recibos fueron extendidos al portador en lugar de al individuo que depositó el oro, haciendo más fácil la transferencia sin la necesidad de una firma. Esto supuso la pérdida de la pista de la persona que depositaba el oro.
Eventualmente, los orfebres se percataron de que solo una pequeña fracción de la gente que depositaba su oro volvían a reclamarlo por lo que diseñaron una estrategia para engañar al sistema. Ellos empezaron a editar mas recibos que oro tenían para respaldarlos sin que nadie pudiese percatarse de ello. Ellos empezaron a prestar esos recibos – sin respaldo de oro – cobrando intereses por esos préstamos.
Aquello fue el nacimiento del sistema que hoy conocemos como Banca de la Reserva Fraccional y que, como el sistema de hoy, permitió a los orfebres hacer cantidades astronómicas de dinero prestando lo que eran recibos fraudulentos que se suponía estaban respaldados por oro, pero por un oro que ellos no tenían. En la medida en que los orfebres fueron adquiriendo más confianza en sus manipulaciones, llegaron a hacer préstamos que representaban hasta 10 veces el oro que tenían para respaldarlo.
Para entender mejor el como los orfebres hacían dinero con esto, pongamos el ejemplo de un orfebre que cobra el mismo interés a acreedores y a deudores. En este ejemplo, el orfebre pagaba un 6% de interés sobre el oro que le depositaban y cobraba un 6% de interés sobre los recibos fraudulentos que prestaba. Puesto que prestaban 10 veces más que el oro que depositaban en su caja fuerte, resulta que mientras que ellos pagaban a sus acreedores un 6% de interés, cobraban un 60% a sus deudores: y esto sobre un oro que no era suyo.
Los orfebres también descubrieron que el control que tenían sobre esa masa monetaria fraudulenta también les daba control sobre la economía y los activos de la gente.
La forma en que ejercieron este control fue la de facilitar préstamos y así aumentar el dinero en circulación; entonces, de repente, restringir la disponibilidad de dinero retirándolo de la circulación, haciendo mas difícil la concesión de préstamos e incluso cesando del todo la concesión de estos. ¿Porque hacían esto?. Muy simple: porque el resultado de esta maniobra era que a mucha gente le resultaba imposible pagar sus préstamos y no teniendo la oportunidad de conseguir nuevos créditos, se declaraban en quiebra teniendo que vender sus activos a los orfebres por una fracción de su valor real.
Esto es exactamente lo que ocurre en la economía mundial hoy en día, aunque a eso se le designa con nombres engañosos como “ciclo financiero”, “recesión”, “burbuja” “depresión”, etc.

[…]

1963 

El Presidente Kennedy ordenó la emisión de dólares que llevaban un sello en rojo y que fueron llamados “Notas de los Estados Unidos”. Mucha gente creyó que Kennedy estaba imprimiendo dinero libre de deuda y esa fue la razón por la que fue asesinado, la misma razón por la que el Presidente Lincoln fue asesinado. Sin embargo, eso billetes que llevaban el sello rojo eran simplemente una reedición de los “Greenbacks” del Presidente Lincoln. Lo que, en realidad pudo haber motivado de su asesinato, fue que el 4 de Junio, el Presidente Kennedy firmó la Orden Ejecutiva 11.110 que devolvía al gobierno de los Estados Unidos el poder de emitir dinero sin pasar por la Reserva Federal. Esta Orden Ejecutiva le daba al Tesoro el poder de emitir “Certificados de Plata” contra lingotes de plata, plata en cualquier forma o monedas de plata. Esto significaba que por cada onza de plata en las arcas del Tesoro de los Estados Unidos, el gobierno podía poner en circulación dinero libre de deuda.

[…]

2006 

Inglaterra y Estados Unidos están ahora en guerra en Afganistán e Irak y contemplan invadir Irán. Como he mencionado en este relato, la guerra es el mayor generador de deuda. Estas guerras han empujado a Estados Unidos al borde del colapso económico. Este relato cronológico tiene por objeto ser un registro del pasado pero antes de leer las conclusiones, puede que le guste leer las predicciones que para un futuro cercano hace una persona en su alucinante artículo.
Conclusión

¿Qué pensaríais si os dijera que estamos viviendo la cuarta Guerra Mundial? 

Las dos primeras ya sabemos cuáles fueron. La Tercera ha sido la Guerra Fría, que ganó Estados Unidos contra la URSS, al hundirse esta última en 1991. 

La Cuarta Guerra es la actual, iniciada, digamos oficialmente el 11 de Septiembre de 2001, pero sobre todo, con la llegada al poder como presidente de Estados Unidos de George Bush hijo. Esta Cuarta Guerra es una guerra tranquila (en Occidente), que utiliza armas silenciosas como son las convulsiones bursátiles que originan crisis planetarias y recesiones económicas, donde las víctimas no son muertos por bombardeos, sino parados.

Esto lo podéis leer, si sabéis inglés en el libro:
Silent Weapons for Quiet Wars (documento colgado en Internet que dice cosas que si son verdad, a mí se me pondrían los pelos como escarpias)

Pero sobre todo, leed el libro “Indignaos” del nonagenario corredactor de la Declaración Universal de Derechos Humanos y miembro de la Resistencia francesa contra Hitler., Stéphane Hessel

¿Por qué os propongo este tipo de lecturas y de reflexiones en este blog, en principio de tipo espiritual…?

Porque lo que Jesús no era bajo ningún concepto, era “idiota” (en el sentido etimológico griego de la palabra: alguien que no se preocupa por los problemas de la polis, que solo se preocupa de “lo suyo” – “idio”)

Es por eso que para un Jesús de Nazareth, paladín de la paz, de la no violencia, de la entrega incondicional, de amar a los enemigos, de devolver al mal con el bien, no tuvo más remedio que descargar toda su artillería de indignación contra los que ayer y hoy son los especímenes más deleznables, odiosos, falsos, hipócritas y rechazables que uno se pueda imaginar, los dueños del mundo, siendo los primeros, los dueños del dinero, que no hacen otra cosa que engañarnos respecto de nuestra vida terrenal, y los dueños de Dios, que convencidos de poseer la verdad absoluta, han convertido a este mundo, en un mundo dividido por un mismo Dios.

La Paz esté contigo, amigo… no obstante.

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