FILOSOFÍA PERENNE de Aldous Huxley (Cap 10)
Resumen y comentarios
1. El libre albedrío es un don que se nos da para que por propia voluntad
eliminemos nuestra obstinación, es decir, aceptar nuestra pasividad frente al
Ser de la Divina base.
2. Las gentes están convencidas que el albedrío se refiere a nuestra
capacidad para elegir y tomar decisiones. Aparentemente es así, pero el fin
último es la capacidad que motivó al hijo pródigo a iniciar su camino de
regreso a casa.
Lo masculino y lo femenino
3. La Filosofía perenne considera el alma como femenina
frente al Divino Ser. El pecado considera el “yo”, masculino. Esto no es
baladí. Imprime carta de naturaleza.
4. San Pablo trazó una utilísima y luminosa distinción entre la psyché y
el pneûma. Pero esta última palabra no consiguió nunca hacerse popular, y el
término psyché, incurablemente ambiguo, vino a usarse para designar indiferentemente
la conciencia personal y el espíritu.
5. Tradicionalmente lo femenino es débil frente a lo masculino. El ánima[1]
frente a Dios. La tradición judeocristiana consolida este carácter femenino del
alma humana en el Cantar de los cantares, y los místicos cristianos Teresa de
Jesús y Juan de la Cruz hablan abiertamente de
“matrimonio espiritual” entre Dios (masculino, el esposo) y el ánima, la
esposa.
6. Para William Law, las criaturas no pueden aportar con su libre albedrío nada a la
existencia, ni alterar la naturaleza de las cosas.
7. Desde la psicología, la Gracia es algo que nos ayuda, distinto de
nuestro yo personal.
Las tres Gracias
8. Los humanos podemos reconocer tres tipos de gracia, la animal, la
humana y la espiritual. La animal es la que consigue establecer la estabilidad
fisiológica del organismo, no dañando nuestro propio cuerpo con vicios y aversiones
conscientes, lo que nos aporta armonía con el Tao, y se reconoce como bienestar
físico. Es la conciencia del propio organismo en el tiempo. Se nos da una
máquina perfecta para vivir aquí. Hay un hálito vital que nos impulsa (salvo
rechazo consciente -albedrío- por
nuestra parte) a vivir física y biológicamente en armonía. El desequilibrio
biológico es el comienzo de una peligrosa pendiente hacia el desorden integral
de la persona, salvo enfermedades sobrevenidas, no originadas por nuestros
vicios.
9. La gracia humana nos viene de personas o de grupos sociales, o de nuestros
propios deseos, esperanzas e imaginaciones, proyectados fuera de nosotros en el
medio psíquico, en el estado de lo que podría llamarse objetividad de segunda
mano. Experimentamos esto durante la infancia, por la gracia que viene de
nuestros padres, de su amor hacia nosotros. Por nuestros
maestros en la educación; por un gurú o maestro espiritual. Hay gracia que nos
viene de nuestro amor a nuestro país, comunidad, iglesia etc.
10. Y finalmente está la gracia espiritual que nos fortalece desde nuestros
ideales. Puede ser esta la gracia de los piadosos feligreses de las religiones.
11. Aquí la Filosofía perenne hace una afirmación con la que,
evidentemente, los líderes religiosos, puede que no estén de acuerdo, porque
esto es lo mismo que reconocer que la gracia surgida de nuestra latría o
veneración a santos y avatares, parece surgida de la fuerza psíquica creada por
repetidos actos de fe, anhelo e imaginación. Es como la motivación que un
entrenador o mando militar consigue a través de arengas y soflamas encendidas
animando y haciendo coaching con su gente para ganar el partido o triunfar en
la batalla.
12. La gracia espiritual no puede ser recibida continuamente ni en su
plenitud, salvo por aquellos que mediante la voluntad han eliminado su
obstinación hasta el punto de poder decir con verdad: "No yo, sino Dios en
mí."
13. Aquí aparece por tanto un tema para la reflexión. La Iglesia católica
afirma que si un fiel se confiesa sus pecados y recibe la bendición del cura y
reza tres padrenuestros y dos avemarías, la Gracia le inunda así, tal cual.
¿Qué proceso se ha obrado en el interior de la persona como para que se produzca
semejante transformación interior, de verdad?
14. Más allá de los ritos y sus efectos como por arte de magia, está la
conciencia del ser humano, que es realmente la que recibe la Gracia, en la
medida en que se produzca la renovación interior derivada del arrepentimiento
sincero.
15. La gracia espiritual tiene su origen en la divina Base de todo ser, y
es concedida con el propósito de ayudar al hombre a conseguir su finalidad
última, que es su regreso, del tiempo y del yo, a esa Base.
16. Recíprocamente, por supuesto, la vida de bondad, santidad y beatitud es
una condición necesaria de la inspiración perpetua. Las relaciones entre acción
y contemplación, ética y espiritualidad, son circulares y recíprocas. Cada una es a la
vez causa y efecto. La gracia humana y
la espiritual van conjuntas, y no puede existir la segunda sin la primera.
17. Está en mi facultad el servir
a Dios o no servirle. Sirviéndole aumento mi propio bien y el bien de todo el
mundo. No sirviéndole, renuncio a mi propio bien y privo al mundo de ese bien
que yo podía crear. León Tolstoi[2]
El artista y la inspiración
18. La inspiración del artista puede ser una gracia humana o espiritual, o
una mezcla de ambas. Una elevada realización artística es imposible sin, por lo
menos, las formas de mortificación intelectual, emotiva y física apropiadas a
la clase de arte que se practica. Además y por encima de esta mortificación,
que podríamos llamar profesional, algunos artistas han practicado la clase de
anonadamiento de sí mismos que es la precondición indispensable del conocimiento
unitivo de la Base divina.
19. Es la diferencia entre el artista que cree que su arte es gracias a él
mismo, a su talento, y aquel que con humildad reconoce su obra como fruto de la
inspiración, como Ching, el maestro carpintero relatado por Chuang Tse.
Un segundo modo de Realidad
20. A veces Dios se presenta como un segundo modo de Realidad, un ignoto
modo de Ser, como el Behemot[3]
o Leviatán del Libro de Job. Es la clase de Dios que reclama, según la frase de
Kierkegaard, "teleológicas suspensiones de la moralidad",
principalmente en forma de sacrificios de sangre, hasta sacrificios humanos.
21. Considerar a Dios como mero Poder, y no, a la vez, como Poder, Amor y
Sabiduría, es ocurrencia natural en la mente humana ordinaria, no regenerada.
Sólo los totalmente desapegados de su yo están en condiciones de saber
experimentalmente que, a pesar de todo, "todo estará bien" y, de
algún modo, ya todo está bien. "El filósofo que niega la divina providencia
—dice Rumi— es un extraño a la percepción de los santos."
22. [NP] Es para muchos la otra cara de Dios, incomprensible, ignota, casi
indeseable; la que se erige dramáticamente sobre las mayores tragedias humanas,
sobre las guerras, los holocaustos y las hecatombes humanas que generan
millones de víctimas y un sufrimiento inimaginable, y nos hacen preguntarnos “¿dónde
está Dios, si es que existe?
23. San Bernardo distingue entre voluntas communis y voluntas propria. Voluntas communis es común
en dos sentidos; es la voluntad de compartir y es la voluntad común al hombre y
a Dios. Para fines prácticos es equivalente a la caridad. Voluntas propria es
la voluntad de obtener y retener para sí, y es la raíz de todo pecado. En su
aspecto cognoscitivo, voluntas propria es lo mismo que sensum proprium, que es
la propia opinión, acariciada porque es propia y, por lo tanto, siempre
moralmente errónea, aunque pueda ser teóricamente correcta.
Si dejas a Dios entrar en ti…
24. Dios está obligado a
verterse en ti… en cuanto tú se lo permitas, dice Eckhart. Y continúa: Dios
espera una sola cosa de ti, que salgas de ti mismo en cuanto eres un ser creado
y dejes a Dios ser Dios en ti
25. Se pueden hacer muchas especulaciones sobre la Gracia, el libre
albedrío y como entran y se disponen en el alma humana, pero más allá de las
disquisiciones filosóficas y teológicas, tanto budistas, hinduistas, islámicas
como cristianas y católicas, la frase de Eckhart Dios está obligado a entrar en
ti, en cuanto tú le dejes, resume toda la Filosofía perenne. No hay más.
26. Es otra forma de interpretar la frase anónima: Si pones a Dios en todo
lo que haces (le dejas entrar en tu vida), se manifestará en todo lo que acontezca
(entrará en ti, y tú y tu vida será pura obra de Dios)
[1] Ánima
significa en latín alma;
en la psicología analítica de Carl Gustav
Jung, el ánima es el aspecto femenino
presente en lo inconsciente colectivo de los hombres. Se
define como imagen de mujer o figura femenina presente en los sueños o
fantasías de un hombre. Vinculado a su principio eros, refleja la naturaleza de sus relaciones,
especialmente con mujeres. Descrito como el arquetipo de la vida, éste puede
estar representado como una mujer joven, espontánea, seductora e intuitiva,
como una mujer malvada o como la madre tierra. Usualmente se le asocia con una
emocionalidad profunda y con la fuerza de la vida misma.
[2] Lev Nikoláyevich Tolstói (cirílico ruso
Лев Николаевич Толстой), también conocido como León Tolstoy (Yásnaya
Poliana, 28 de agostojul./ 9 de
septiembre de 1828greg. - Astapovo, 7 de noviembrejul./ 20 de
noviembre de 1910greg.) fue un novelista ruso ampliamente
considerado como uno de los más grandes novelistas de occidente. Sus más
famosas obras son Guerra y Paz y Anna Karénina,
y son tenidas como la cúspide del realismo.
[3] Behemot: Se cree que el Behemot (También conocido como Bahamuth)
estaría asociado al Búfalo de Agua, Rinoceronte,
Cocodrilo,
Elefante
o, la más común, al hipopótamo[1]
. Aparece mencionado en la Biblia, en el Libro de Job
(40,15-24) junto a otro monstruo, Leviatán,
que representaría al cocodrilo, para aludir a Egipto. La caza
de hipopótamos y cocodrilos fue un peligroso deporte practicado con cierta
frecuencia por la realeza egipcia, como puede contemplarse en algunos frescos y
relieves de esa cultura.
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